11 octubre 2008

La Red Ciudadana Por Ñuñoa llama a los candidatos en la contienda municipal de Ñuñoa a pronunciarse sobre convocatoria a plebiscito comunal

DECLARACION PÚBLICA

Octubre de 2008

La Red Ciudadana Por Ñuñoa ha sido pionera en la comuna de Ñuñoa en levantar una movilización ciudadana en defensa de su calidad de vida frente a la destrucción de su marco urbano tradicional, tras la imposición de políticas urbanas municipales permisivas, las que han dejado exclusivamente en manos de la especulación inmobiliaria el destino del territorio y de la población de la comuna.
Dicho fenómeno de mercantilización del desarrollo urbano no es privativo de la comuna de Ñuñoa, sino que es expresión directa de la férrea aplicación de la doctrina neoliberal de mercado en el país, implantada desde los años del gobierno militar y en total vigencia hoy, tras casi 20 años de democracia.
Lamentablemente para Ñuñoa, este sino destructor la ha golpeado más fuerte que a otras comunas de Santiago, pues dicho proceso mercantil subyace de un plan prediseñado por el actual alcalde Pedro Sabat, cuando fuera designado por Pinochet al mando de la comuna, entre los años 1987 y 89.
Allí, desde su cargo de alcalde, Sabat implementa un nuevo Plan Regulador Comunal destinando más del 60% del territorio de la comuna a la inversión inmobiliaria, una vez que las condiciones de la economía chilena así lo permitieran.
De esta forma, se establecen entre el alcalde designado, las inmobiliarias y sectores políticos ligados a la dictadura, fuertes lazos que sustentarían más tarde el retorno de Sabat y su círculo al poder de la comuna, esta vez por la vía de las elecciones, durante 3 mandatos seguidos.
Las gestiones del alcalde Sabat han estado marcadas por un sello personalista, autoritario y de fuerte asistencialismo hacia los sectores más humildes de la población de Ñuñoa, para asegurar así su reelección, utilizando para ello las arcas municipales para su proselitismo personal. Asuntos que recién comienzan a salir a la luz pública, y que hoy son objeto de investigación por la justicia penal.
Durante los 10 años que vinieron, entre 1996 y 2006, Sabat liberalizó aun más los instrumentos de planificación urbana de la comuna. En el año 2002 declara a 3 barrios tradicionales de bajos recursos como Zonas de Renovación Urbana (ZRU), para entregarlos al mercado inmobiliario. En el 2004, hace aprobar el Seccional Irarrázaval, que permite la edificación sin límites en una franja de 6 kilómetros, que atraviesa la comuna de oriente a poniente, con un ancho de 4 manzanas.
Si bien en los años anteriores veíamos despuntar algunos edificios en la comuna, es a partir del año 2005 que los ñuñoinos constatamos con horror como comenzaban a caer barrios enteros para la construcción de altas torres de departamentos.
Pese a la desproporcionada correlación de fuerzas con los intereses económicos tras los cuales se funda la especulación inmobiliaria, algunos vecinos de la comuna decidimos formar una agrupación ciudadana, trasversal e independiente de todo partido político, en defensa de nuestro marco de vida, para intentar poner freno a lo que llamamos “la masacre urbana de Ñuñoa”.
La lucha de la Red Ciudadana Por Ñuñoa marcó un antes y un después en lo que ha sido el despertar ciudadano frente al autoritarismo del alcalde Sabat, quien ha hecho uso y abuso del poder que le confiere su cargo, para devastar a su antojo el patrimonio urbano y social de la comuna, sin mediar para ello planificación alguna que regule la violenta explosión demográfica tras la irrupción de más de 400 torres de departamentos y su nefasto impacto sobre las redes viales, sanitarias, de servicios, el equipamiento local y los espacios públicos.
Es así como desde principios del año 2006, la Red ha producido en el seno de la comunidad ñuñoina, una ascendente toma de conciencia en torno a la defensa de su calidad de vida, la que se ha expresado a través de masivas protestas callejeras y asambleas ciudadanas, en contra de las políticas fácticas del alcalde.
Para contrarrestar el incontenible descontento ciudadano y la grave merma a su imagen pública, Sabat se ve obligado a proponer a fines del año 2006, una modificación al Plan Regulador Comunal (PRC), que según sus propios términos “frenaría la destrucción de los barrios tradicionales y la sobre población de la comuna”.
Sin embargo, no fue difícil descubrir que tras las supuestas buenas intenciones del alcalde, se encubría un nuevo engaño para los ñuñoinos, pues dicha propuesta sólo buscaba sumar nuevas sectores a la especulación inmobiliaria en los bordes de la comuna, luego que terminara por diezmar el patrimonio construido de los barrios centrales.
Fueron 625 las cartas firmadas por más de 2.600 vecinos con observaciones a la propuesta del PRC, ingresadas formalmente ante el Concejo Municipal. Nunca en la historia de la comuna se había producido tal participación ciudadana en los procesos de planificación urbana local.
Pero ello no bastó, sólo 10 de esas observaciones fueron parcialmente discutidas en el seno del Concejo. El resto fue rechazado de plano por la asesoría urbana del alcalde. Sin embargo, la mayoría del Concejo Municipal optó igualmente por dar curso al proceso de aprobación del PRC, pese a las flagrantes trasgresiones a los escasos derechos ciudadanos de los ñuñoinos, consignados en la legislación vigente.
En vista de ese desolador panorama y como única salida posible para frenar la definitiva destrucción urbana y social de comuna, la Red Ciudadana Por Ñuñoa resuelve tomar el complejo camino de convocar a un plebiscito comunal desde la ciudadanía, en julio de 2007, que obligue a modificar el PRC en todo el territorio de la comuna a una altura máxima de 4 pisos, de tal forma de obtener en rigor, un congelamiento de los futuros permisos de edificación mientras se discute en forma participativa y democrática, un nuevo PRC para Ñuñoa.
La legislación chilena es mezquina respecto a las prerrogativas ciudadanas de participación, incluso en materias que la conciernen tan directamente, como lo son el tipo de barrio, comuna o ciudad en la que desean vivir, oponiendo todo tipo de dificultades para que la ciudadanía se pronuncie en forma vinculante.
De esta forma, la ley de plebiscitos comunales obliga a la ciudadanía para convocarlo, a obtener el 10% del padrón electoral comunal en firmas notariadas, lo que en el caso de Ñuñoa corresponde a 12.000. Proceso que debe ser asumido única y exclusivamente por sus convocantes, sin existir ningún sustento financiero del Estado.
Tras un cálculo simple en el caso de Ñuñoa, ello tiene un costo neto de más de 6 millones de pesos sólo en gasto de notaría, ($500 X 12.000 firmas), sin estimar los costos en difusión, propaganda y en voluntarios disponibles en puestos callejeros durante 5 meses, a lo menos.
Pero, pese a todas esas dificultades, la Red Ciudadana Por Ñuñoa logra obtener 8 mil firmas en un plazo de 4 meses tras un titánico esfuerzo diario, lo que indica la gran capacidad de los ñuñoinos por hacerse cargo y parte de los procesos históricos y sociales de su comuna.
La convicción con que la Red asumió ese desafío, develó ante la comunidad ñuñoina, la certeza de que sí es posible doblegar un sistema abusivo y antidemocrático, pues justamente ese poder omnímodo se desbarata a la hora de someterse al veredicto popular. Por ello, estamos ciertos que será la gran mayoría de los ñuñoinos los que se pronunciarán a favor de poner un freno definitivo a la masacre urbana de la comuna, a través de un plebiscito comunal.
Es innegable que hoy Ñuñoa ya no es la misma de hace 4 años. Los ñuñoinos y las ñuñoinas hemos crecido y recuperado en gran parte, nuestra dignidad colectiva.
Por ello, en este nuevo contexto social de la comuna, en que la Red Ciudadana Por Ñuñoa ha tenido un rol relevante, se proyecta hoy un especial escenario para aquellos sectores políticos que cifran expectativas electorales de recambio en la actual contienda municipal, para el próximo mandato del gobierno local de Ñuñoa.
Porque esta vez los ñuñoinos estamos alertas e informados respecto a nuestros derechos ciudadanos y no dispuestos a entregar nuestra confianza a candidatos que no asuman verdaderos y consecuentes compromisos respecto a los problemas que más nos aquejan, tales como la destrucción urbana de nuestros barrios, el deterioro de la calidad de vida y la falta de participación ciudadana local en la toma de decisiones de la comuna.
Por ello, confiamos también que en los próximos comicios municipales, los más amplios sectores de la comunidad ñuñoína, hará uso de sus facultades democráticas para castigar con su voto a aquel y aquellos que han dilapidado tan brutalmente el patrimonio fiscal, urbano y social de la comuna, desde sus cargos edilicios.
La traumática experiencia vivida en Ñuñoa, tras el verdadero saqueo de nuestros barrios, nos ha enseñado a ser firmes y claros. Por ello queremos ser representados al frente del gobierno local por aquellos que pongan de verdad en el centro de su quehacer una gestión política participativa y ampliamente democrática, fundada en una estrecha representación de la ciudadanía, en pos de la construcción de un proyecto común, para y con los habitantes de Ñuñoa.
Por ello es que llamamos a todos aquellos candidatos a alcalde como a concejal, a asumir un profundo compromiso hacia los más amplios y trasversales sectores de vecinos y vecinas de Ñuñoa, que claman por frenar definitivamente la irracional e irresponsable destrucción de sus barrios.
No permitiremos que se postergue más la deuda con la inmensa mayoría de los habitantes de Ñuñoa, quienes gozábamos hasta hace muy poco, del legado cultural y social que nos dejaran las anteriores generaciones, al concebir una comuna sustentable y a escala humana.
Por cuanto, la Red Ciudadana Por Ñuñoa, en nombre de los más de 8.000 ñuñoínos que han firmado ante notario para convocar a un plebiscito comunal que detenga la masacre urbana de Ñuñoa, llama a los actuales candidatos en la contienda municipal a comprometerse solemnemente con los ñuñoinos, para que como primera tarea, tras asumir sus cargos de representación popular, convoquen a un plebiscito comunal, en los términos como ha sido legitimado por la inmensa mayoría de los ñuñoinos, según las facultades que otorga la ley a los alcaldes o a los dos tercios de los integrantes del Consejo Municipal.
Por nuestra parte, nos comprometemos a difundir públicamente dicho compromiso asumido ante la comunidad ñuñoina, por los candidatos y candidatas al gobierno local de Ñuñoa, durante la campaña electoral.

RED CIUDADANA POR ÑUÑOA
www.redciudadanapornunoa.cl

1 comentario:

TRIZQUEL arquitectura dijo...

Cuestionándonos la "Vivienda social" llegamos a la conclusión de que el mayor problema no es los m2 o el costo, sino todos los conflictos urbanos que se empiezan a manifestar en las grandes ciudades: hacinamiento, desechos, contaminación, redes viales, etc... Pienso que esto nos ha obligado a tomar una posición mas ética frente a lo que llamamos ciudad, sin embargo el crecimiento poblacional crece año a año y las luchas por los barrios parecen librarse como la resistencia a la conquista. Pienso que estamos al limite de nuevos fenómenos de masa producto de la nueva configuración mundial y que las políticas para evitar sus efectos son ya tardías y cada vez mas difíciles de implementar pues en estos fenómenos sociales se disuelven las figuras que puedan dar oidos ?Como se le puede hacer una huelga al consumismo?