21 julio 2007

ÑUÑOA LANZA UN PLEBISCITO COMUNAL

DISCURSO LANZAMIENTO DE PLEBISCITO COMUNAL PARA FRENAR LA DESTRUCCIÓN URBANA DE ÑUÑOA
14 de julio de 2007





Queridos ñuñoínos y ñuñoínas, queridos vecinos y vecinas, hoy es un día especial para Ñuñoa, hoy celebramos el comienzo de una nueva etapa para nuestra comuna. Invitamos a toda la comunidad ñuñoína a congregarse para salvarla de su destrucción urbana, por la vía de un Plebiscito Comunal.
Nos reunimos hoy en un acto solemne para sellar un compromiso de lealtad con el legado que dejaran en nuestras manos los más señeros arquitectos y urbanistas que ha tenido el país. Aquellos que supieron concebir en forma prodigiosa una concepción humanista de hacer ciudad.
Es por ello que los que aquí habitamos hemos decido tomar a cargo la defensa de nuestros barrios, frente al brutal proceso de destrucción en que se encuentra hoy Ñuñoa, por las permisivas y mercantiles políticas urbanas, que por más de una década nos ha impuesto un alcalde, completamente alejado de la comunidad que debe representar.
Es así como durante el mes de junio, tras un pueril montaje de utilería, el Concejo Municipal de Ñuñoa ha dado fin a la revisión de sólo 80 de las 650 observaciones firmadas por más de 2.600 vecinos de la comunidad organizada de Ñuñoa, a la mal llamada Modificación Integral del Plan Regulador Comunal de Ñuñoa. Ello, luego de un vergonzoso y viciado proceso de sometimiento a la población, pretendiendo así dirimir el destino de los ñuñoínos.
Dicha propuesta, surgida tras una fuerte movilización de la comunidad ñuñoína, en contra del crítico panorama urbano y social en que este alcalde ha sumido a la comuna -lejos de frenar su ya desastrosa destrucción- sólo agrega mayor territorio a la voracidad de las inmobiliarias.
Permitiendo así que se desate a todos los rincones de Ñuñoa un violento proceso de reemplazo de las estructuras urbanas existentes, por edificación en gran altura y consecuente hacinamiento poblacional imponiendo en Ñuñoa un modelo urbano completamente reñido con su historia y tradicional vida de barrio.
Es así como todos pudimos comprobar, en la práctica, la abismal brecha existente entre la ciudadanía y sus representantes políticos, en el juego democrático de la Ñuñoa de hoy.
Las responsabilidades de este verdadero “urbanicidio” recaen en una doctrina de planificación urbana mercantil, que se arrastra desde 1979. En aquel tiempo -mientras el país carecía de un sistema democrático- y planteando que la industria de la construcción debía mover la economía del país, se decretó, que las ciudades se regularían sólo a través de la oferta y la demanda del suelo urbano.
Así es como en Ñuñoa todo estaba preparado para que, con el repunte de la economía, se desencadenara este verdadero maremoto de torres de gran altura sobre las ruinas de lo que fuera calificado recientemente, como la comuna de mejor calidad de vida del país.
¿Cuantas comunas de Santiago han sido flageladas por esta doctrina de mercado?, Providencia, Vitacura, La Reina, Santiago, San Miguel. Hoy es el turno de Ñuñoa, donde una vez más, la comunidad se ve atropellada en sus derechos más elementales, desplazada, hacinada y doblegada por este sistema fáctico, que no tiene en su libreto escuchar al simple ciudadano, el que sin embargo es el que hace carne y alma a las ciudades.
De estos atropellos, y de nuestro amor por nuestros barrios, al igual que en otras comunas de la ciudad, ha surgido en Ñuñoa un germen de rebeldía ciudadana a este destino que se le pretende imponer.
Tras más de un año de intensa lucha por defender la comuna, la Red Ciudadana por Ñuñoa, Juntas de Vecinos, y a un muy honroso, aunque minoritario apoyo desde el Concejo Municipal, la comunidad ñuñoína ha logrado zafarse de la apatía y de la desesperanza.
Este movimiento ha debido suplir, en cierta forma, las funciones que gran parte del gobierno local electo por la ciudadanía, ha dejado de ejercer.
Cuyo ejercicio soberano se expresa en diversas iniciativas, como informar, fiscalizar al gobierno local y debatir colectivamente con la comunidad; de tal forma de construir una mirada crítica y propositiva frente a la grave encrucijada en que está hoy la comuna.
Sin embargo, ante tales evidencias, estas autoridades municipales persisten en su ya autista conducta. Y tampoco parecen evaluar el costo político que esta tendrá ante los próximos comicios municipales del 2008.
Es por ello que la comunidad ñuñoína puede y debe obligar a estas autoridades, que han dejado de representarla, a llamar a un plebiscito comunal, así tengamos que cumplir con las intrincadas exigencias de la ley para obtenerlo.
Ñuñoa debe recuperar ya su dignidad herida, así como los ciudadanos del país deben rebelarse, a que el exitísmo económico siga sustentándose en la desgracia de la mayor parte de su población.
Y es por ello que convocamos a los más diversos sectores de la comunidad ñuñoína, a unirse a este llamado a plebiscito comunal para frenar YA la masacre urbana de los barrios de Ñuñoa.
Esos barrios que hemos venido modelando pausadamente a través de generaciones de ñuñoínos, que son la expresión misma de una cultura laica, humanista y progresista, de una forma solidaria de relacionarse y de vivir en sociedad, en suma, nuestro ideario de ciudad.
No es por nada que desde Ñuñoa han surgido grandes intelectuales, artistas y lideres políticos.
¡Algo tendrán nuestros barrios!, o más bien, algo hicimos de nuestros barrios, para sembrar tanta riqueza humana.
No permitamos que nos destruyan nuestro patrimonio social, cultural y doméstico a cambio de baratija urbana!
Ñuñoíno, ñuñoína, ven a firmar por Ñuñoa, obliguemos al alcalde a convocar a un plebiscito comunal reuniendo el 10% del padrón electoral comunal y ganemos el plebiscito por Ñuñoa!

¡DIGAMOS SÍ A ÑUÑOA
Y NO AL EXTERMINIO DE NUESTROS BARRIOS!

RED CIUDADANA POR ÑUÑOA