26 marzo 2007

FUNA A EDIFICIO DE LA MUERTE EN ÑUÑOA!

La Funa parte desde Irarrazaval con Suecia y se encamina por Exzequiel Fernandez hasta Duble Almeyda 2929...Canal 13 cubrió. La Red Ciudadana Por Ñuñoa realizó una "Funa” este sábado 24 de marzo al edificio en construcción de la Inmobiliaria Simonetti, ubicado en Av. Dublé Almeyda 2929, donde, a raíz del desplome de un muro medianero, muriera sepultado bajo toneladas de tierra, el obrero de la construcción Mauricio Rodríguez, el 13 de marzo recién pasado y quedara en estado grave otro trabajador. Y al día siguiente, en la obra de la inmobiliaria ICOM, se produjera un nuevo accidente, dejando a Pedro Melipín con Tec cerrado, ambos casos en la comuna de Ñuñoa.

Bajo la consigna, “Funa al edificio de la Muerte”, la organización ñuñoína, expresó su más férrea condena a la forma como se realizan las invasivas obras de construcción en la comuna: “Nuestra organización hace un serio llamado de atención a las autoridades involucradas para que asuman, de una buena vez, sus responsabilidades en estos hechos tan lamentables. Porque estos temas sobrepasan ampliamente la escala comunal, siendo el país entero testigo de los numerosos accidentes ocurridos en las viviendas de vecinos, grandes obras de infraestructura y ahora en la vida de obreros de la construcción”, comentó Adriana Araneda, arquitecta miembro de la Red Ciudadana Por Ñuñoa.
Este hecho es otra muestra más del desenfrenado y brutal proceso con que la empresa privada opera en zonas urbanas, con el beneplácito de las autoridades municipales, regionales y centrales del país, las cuales, ceñidas a la lógica neoliberal de mercado, no se detienen a medir consecuencias sobre las personas ni en el daño invaluable al entorno físico y social donde se realizan estos negocios.

A raíz de los numerosos accidentes de obreros de la construcción reporteados por la prensa en estos últimos días, se ha producido un verdadero cuestionamiento público a dichas autoridades acerca de las responsabilidades que a estos les compete ante la evidente falla en la prevención de accidentes y fiscalización de las construcciones, poniéndose permanentemente en riesgo la vida e integridad física y moral de trabajadores y vecinos. Con este propósito, la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Cámara de Diputados sostendrá, próximamente, una jornada especial de análisis en presencia de los actores relacionados en al tema, cuales son la Dirección del Trabajo, la Cámara Chilena de la Construcción, y las empresas inmobiliarias cuestionadas. Aunque no se informó si estarían presentes las autoridades ministeriales y regionales de vivienda y urbanismo, así como la Dirección de Obras ñuñoína y de las comunas donde se han producido daños y accidentes. Es de esperar que se aborde con responsabilidad la vergonzosa laxidad con que se aplican las ordenanzas vigentes a este respecto.
El 22 de marzo, referente a lo mismo, El Mercurio publicó una declaración del Jefe de la División de Desarrollo Urbano del MINVU, Sr. Luís Eduardo Bresciani, quién afirmó que: “Si las entibaciones o tensores subterráneos se ejecutan bajo terrenos de propiedades vecinas procede siempre la autorización del vecino conforme a las normas generales que regulan los derechos del propietario en el Código de procedimiento Civil, aspectos que deben ser solicitados por el Director de Obras Municipales antes de otorgar la autorización para ejecutar este tipo de obras”.
Queda pues, en evidencia el procedimiento no apegado a derecho del Director de Obras Municipales de Ñuñoa, Sr. Carlos Frías, en la aplicación del reglamento, pues en Ñuñoa NO se solicita autorización al vecino para la ejecución de procedimientos invasivos en el subsuelo de sus propiedades, sistemas que están al origen del daño sistemático a las propiedades colindantes a las obras, como los accidentes a trabajadores de la construcción que hoy todos lamentamos.

25 de marzo de 2006

Red Ciudadana Por Ñuñoa
www.redciudadanapornunoa.cl

15 marzo 2007

MUERE OBRERO DE LA CONSTRUCCIÓN EN OBRA EN ÑUÑOA


DECLARACIÓN PÚBLICA

Mauricio Rodríguez, de 32 años, trabajador de la empresa Simonetti, perdió la vida cuando realizaba labores en los cimientos del inmueble ubicado en calle Dublé Almeyda 2929, y donde cedió un muro de contención del inmueble.
Perdió la vida aplastado por unas seis toneladas de tierra, cuando realizaba labores en una pared de los subterráneos del edificio de 15 pisos. Además, resultó herido Manuel Carilao, de 25 años, quién se encuentra en estado grave en el Hospital del Trabajador.
Tras el accidente, el comandante de Bomberos Helmut Kaminski, hizo un llamado de atención por las fiscalizaciones a las obras en construcción. Vecinos de un edificio colindante a la construcción aseguraron que se registró otro derrumbe en febrero pasado, sin mayores consecuencias. El pasado lunes, un trabajador murió y otro permaneció atrapado por ocho horas en la comuna de Vitacura, en un accidente de similares características.
Las agrupaciones ciudadanas, abajo firmantes, hemos denunciado recurrentemente la ausencia irresponsable de previsión en el caso de innumerables empresas constructoras; la ausencia de autorregulación corporativa en esta materia, por parte de la Cámara Chilena de Construcción; la ausencia de suficiente fiscalización municipal por parte de la Municipalidad de Ñuñoa; y la ausencia de un marco normativo-jurídico adecuado para la realización de excavaciones de profundidad en los proyectos de edificación de altura en zonas habitadas; no obstante ello, éstas autoridades no han tomado decisiones relevantes en la materia.
Vemos cada día como la municipalidad de Ñuñoa prescinde exigir a las empresas constructoras las adecuadas condiciones de trabajo de sus obreros en las construcciones ni las medidas de seguridad hacia los obreros y vecinos.
No es aceptable que se multipliquen actuaciones indolentes de parte de las innumerables empresas constructoras, que no solo destruyen nuestro entorno, sino que causan severos daños a las viviendas colindantes de los nuevos edificios, utilizando nuevas técnicas de construcción invasivas y aun no probadas y que están al origen de esta tragedia, como los son las “entibaciones por tensores”.
En la Comuna de Ñuñoa son muchos los vecinos dañados en su propiedad, por un proceso de re-urbanización, en el cual no se respetan los derechos urbanos de la población; expresión de ello, es el reciente derrumbe que ha costado una vida más.
Llamamos a los responsables mencionados, que den cuenta pública, de las razones que les han impedido tomar las medidas pertinentes para que los derechos a la seguridad de los trabajadores y vecinos de las obras de construcción que se realizan en Ñuñoa, sean respetados.
Expresamos nuestras más sentidas condolencias a los familiares, amigos y compañeros de trabajo de Mauricio Rodríguez.
Santiago, 14 de Marzo de 2007
RED CIUDADANA POR ÑUÑOA
AGRUPACIÓN DEFENDAMOS LA CIUDAD

01 marzo 2007

DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA...

¿Desde su sillón de brillantes investigadores académicos, podrán nuestros urbanistas cuadrar teorías acertadas sobre la ciudad?
En estos días algunos “activistas ciudadanos” sostuvimos un intercambio con un destacado y muy joven urbanista, académico de una también destacada
pero antigua facultad de arquitectura capitalina. Más allá de dar nombres, lo que es notable de aquellos estudiosos de la ciudad, es la dificultad por aterrizarse en la realidad contingente de lo que es el Chile de hoy…

Cada vez que escuchamos voces provenientes desde la academia, en vez de dejarnos plenos e iluminados con su saber, quedamos muchos con la sensación de que el ejercicio impune e indolente de la segregación y discriminación urbana, también afecta y domina la sapiencia del pensamiento docto de nuestros urbanistas, porque esta brecha también los margina a ellos de poder empaparse debidamente de la realidad práctica, que la mayoría de los que habitamos las grandes ciudades, soportamos o sufrimos.
Lo que les llora a gritos a estos destacados urbanistas criollos es zambullirse, de tanto en tanto -a modo de experimentación al menos- en el caldo popular santiaguino, incorporando a su rutina lo que hace el habitante medio, como es por ejemplo la epopeya de llevar de madrugada a los niños al colegio en micro y luego ir y volver por el mismo medio a la pega todos los días; hacer las compras de la semana en la Vega Central, estirando hasta la última gota el presupuesto familiar; vivir en un reducido y abrasador departamento en un block de alguna comuna periférica de Santiago…
En fin, más allá del impacto natural que significa desarraigarse de los artificios de comodidad cotidianos y una vez que la mente y el alma se hayan podido foguear suficientemente con el caótico trajín urbano santiaguino, podríamos pasar a la 2ª fase del experimento, que es –ahora sí que en forma más estudiosa- establecer ciertos análisis y comparaciones, como es llevar consigo durante esos trayectos, fotos de calles, tomadas solo un par de años atrás, constatando lo poco y nada que queda de ellas; asistir contemplativamente a alguna sesión de un concejo municipal en cualquiera comuna capitalina, para observar quienes y como nos representan o se pasan el tiempo nuestros respetables concejales y honorables alcaldes, votando presupuestos onerosos, mientras tanto se anegan las calles en invierno y penan las ánimas en un verano sin árboles; pararse un rato al lado del mesón de alguna Dirección de Obras Municipal, para observar como pululan, tal colmena de abejas sendos agentes inmobiliarios, haciéndose aprobar con sonrisas, sus "torres clones" al infinito; asistir a alguna reunión de junta de vecinos, donde casi siempre se discutirá sobre el paseo que el alcalde, tan generoso él, organizará para las dueñas de casa a Cartagena por un día. Esto a modo de ejercicio, entre tantos…
En resumen, ¿habrá que organizar un seminario práctico en terreno, para que estos señores ilustrados despierten un poco de su sopor teórico, al menos por algunos momentos, sintiendo el verdadero olor que se respira en las ciudades de este diezmado Chile?